La agilidad emocional es conocida como la capacidad para tomar mejores decisiones.
Este terminado ha sido acuñado por la Doctora en psicología y profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Susan David.
Para ella la “Agilidad emocional” es: “Aprender a convivir con nuestras emociones, pensamientos y recuerdos de forma saludable”.
Para lograrlo, nos anima a aceptar nuestras emociones desagradables, a ser compasivos con nosotros mismos y a prestar atención al mensaje que nos envían: “Las emociones son señales que nos indican aquello que nos importa y preocupa. Estemos atentos, porque nos guían para actuar según nuestros valores”
Cómo afecta la falta de agilidad emocional en el trabajo
Por lo general, cuando estamos en el trabajo tendemos a guardar las apariencias y buscamos reprimir lo que estamos sintiendo para no parecer poco profesionales.
Queremos estar bajo control en toda circunstancia, sin embargo, la función esencial de las emociones es darnos señales. Por ello, en vez de reprimirlas, debemos aprender a interpretarlas.
En ocasiones, tratamos de justificar el estrés porque tenemos un ciclo interminable de trabajo, cuando en realidad estamos tristes por el poco reconocimiento de nuestra labor, estamos desilusionados ante las perspectivas que tenemos de crecimiento o estamos llevando al cuerpo a un estado de agotamiento que se manifiesta en una angustia permanente.
Cuando reconocemos las señales y aceptamos el mensaje, nos podemos hacer cargo del origen de la emoción y poner manos a la obra.
¿Qué son las emociones?
Las emociones son reacciones psicofísicas que representan nuestra capacidad de adaptación a ciertos entornos.
Los valores son los estándares a los que nos acogemos y nos sirven de guías y de rieles de conducta cuando nos encontramos ante diferentes situaciones.
Las emociones tienen la vista puesta en el corto plazo, mientras que los valores serán nuestros compañeros de largo aliento.
Cuando aceptamos nuestro ser emocional por medio de los parámetros que nos dan los valores, es más fácil encontrar una base para tomar mejores decisiones: eso es la agilidad emocional.
Cuatro pasos para alcanzar la agilidad emocional
Una persona ágil emocionalmente, se hará cargo de sus sensaciones, tomará control sobre ellas y generará estrategias que lo lleven a entender y a manejar mejor la situación.
1. Exteriorizar las emociones
2. Alejarse
3. Preguntarte tus porqués
4. Avanzar
Aceptar las emociones. Es exteriorizarlas
Que no es lo mismo que controlarlas, más bien es lo contrario. Se trata de entrar en contacto con el miedo, la angustia o la preocupación, y reconocerlas como parte de la situación en la que nos encontramos.
Que por cierto, es totalmente normal, para ello es importante llamar por su nombre a cada emoción y tener siempre en cuenta que todas las emociones tienen un tiempo de permanencia muy corta, son muy pasajeras.
Aunque muchas veces no sabemos el porqué surgen nuestras emociones, es relevante descubrir las razones que las motivan.
Tomar distancia para pensar. Es alejarse
Cuando apartamos nuestras emociones y las ignoramos, solo logramos que regresen a nosotros mismos más fuertes y generando más desorden en nuestro interior.
Por ello, es necesario dejar de justificar el porqué de nuestras emociones. También, solemos llamar a nuestras emociones por otros nombres como “Estoy estresado” “Tengo mucho trabajo” “Es lunes” y un sin fin de frases que tratamos de repetirnos para evitar afrontar las verdaderas razones del porqué tenemos emociones negativas.
Preguntarse cuáles son los porqués.
Nos ayudará a entender por qué sentimos lo que sentimos. Nos permitirá conocernos y a ir desarrollando la capacidad de ser flexibles. Todos tenemos emociones positivas y negativas, es normal tener de ambas en nuestro día a día. Cuestionarnos sobre porque estamos sintiéndonos de ciertas formas será enriquecedor para nuestra salud mental
Avanzar
Nos ayudará a crear estrategias para poder seguir adelante, ¿Cómo es que vamos a lidiar con aquella circunstancia que genera cierto tipo de emociones que nos cuesta asimilar?
También, te ayudará plantearte objetivos sobre las razones que generan aquellas emociones que debemos gestionar mejor.
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